
La utilización excesiva de transgénicos, impide que se mantenga la biodiversidad de las especies. Las variedades autóctonas desaparecerán y son ellas y no otras las que están adaptadas al clima y al suelo donde siempre se han cultivado.
Esta dependencia hace que la agricultura y los alimentos a nivel mundial termine en manos de unas pocas multinacionales que controlan la producción de alimentos. Ellas nos dicen que semillas debemos plantar (sobretodo las tratadas genéticamente) para evitar así que se puedan reproducir de manera convencional. Nos obligan a volver a comprar a la misma empresa (ejemplo: Monsanto). No solo les compramos las semillas sino los fitosanitarios y abonos específicos para ese cultivo (Caso Haití). Hay que luchar contra ese monopolio, desarrollando bancos de semillas y diversificando los cultivos. Esa lucha hay que extremarla en el caso Español porque es el único pais Europeo que no regula su comercialización. Tambien tendríamos que tener precaución en la utilización de transgénicos sin un estudio de su efecto a largo plazo. En definitiva hay que regular su venta
No hay comentarios:
Publicar un comentario